Una fachada singular, realizada con materiales de última generación o con materiales tradicionales utilizando nuevas técnicas constructivas.
Puede mejorar y transformar el aspecto de un edificio y también realizarse para ser duradera y sostenible, siendo más eficiente energéticamente, lo que tiene un impacto positivo en el medio ambiente.
A menudo es el aspecto más importante desde el punto de vista del diseño, ya que marca el tono del resto del edificio.